viernes, 14 de diciembre de 2012

CUENTO COMPARTIDO





Hola amigos, aquí tenéis el nuevo reto del blog Acompáñame: http://podemos-juntos.blogspot.com.es/search?updated-max=2012-12-12T17:00:00%2B01:00&max-results=5,  esta vez se trata de un cuento navideño, bueno he de decir que el cuento es compartido con mi querida amiga Piru ella se ofreció amablemente para hacerlo  a medias y  encima se alió con  Mar  para embaucarme asi que yo puse algunas imágenes y ella casi toda la idea. Los dos lo pondremos en nuestros respectivos blogs. Espero que os guste.





DUTIENG

Dutieng  tiene ocho años.  Es un niño muuuuyyyy ocupado, tanto, que desconoce el significado de la palabra juego. No,  Dutieng no estudia, no lee, no escribe y apenas se relaciona con otros niños de su edad.  Él desde hace tiempo tiene que ayudar a su familia, esta se compone tan solo de dos hermanas menores que Él.

Vive en una pequeña aldea en el corazón de África. Se levanta al amanecer porque ha de llevar a pastar,  a las cuatro vacas de que disponen y cuidar de que ningún animal las ataque. Para ello se ayuda de un palo y de los gritos que lanza cuando se acerca alguna hiena o (en ocasiones) algo más grande. Hasta ahora ha tenido suerte, tan solo tuvo que lamentar la pérdida de un ternero el año pasado. Eso pasó porque se reunieron varias alimañas si no Él hubiera resuelto la situación como otras veces, o al menos eso esperaba.

Pero es cierto que cada vez los animales son más osados y se atreven más. Pese a su corta edad sabe que es cuestión de tiempo. Diariamente reza como le enseñaron sus antepasados, y en sus plegarias no hay peticiones infantiles,  reza...... por el sustento del siguiente día.

Sus abuelos le hablaron en una ocasión de algo blanco y frío que cubre las lejanas montañas. Dutieng quiere verlo, quiere correr entre esa extraña sustancia,  quiere ver reír a sus hermanas jugando con Él, rodando, saltando. No sabe por qué pero tiene seguro que la felicidad de los tres se esconde allí aunque se le antoja imposible llevar a cabo su deseo.

Por primera vez Dutieng reza esa noche pidiendo algo distinto a lo acostumbrado. Ya llevan rato durmiendo cuando el ajetreo de sus animales les avisa de algo inusual en la noche. Él sale con su bastón y su corto cuchillo de caza decidido a enfrentarse a la amenaza que suena fuera de la pequeña choza. En primer lugar sus descalzos pies notan un frío suelo blanco que le hace sentir una sensación extraña, sus dientes castañean sus manos le responden muy lentas.

Y es entonces cuando  asombrado..... lo ve.

Cerca de la puerta hay un animal extraño, no es muy grande, diríase que es un antílope o algo parecido pero su cornamenta es muy distinta, su largo pelaje  no es común por aquí. Está tumbado,  parece herido en una de sus patas y lo más extraño de todo, tiene la punta de su hocico de un rojo que reluce en la noche.

Dutieng supera el miedo llama a sus hermanas y como pueden lo arrastran dentro de la choza. Allí lavan con mimo su herida y entablillan con esmero su rota pata. El animal no se quejaba.

Antes de las primeras luces, Dutieng se despierta. El suelo blanco ha desaparecido y contempla asombrado al raro antílope que está en pie como si nunca hubiese estado herido. Ese día todo acaban antes sus tareas para pasar más tiempo con él. Corren con él, saltan con él, nadan en el río y de repente se dan cuenta de que lo que están haciendo les hace reír y se sienten felices. 

Aprenden sin saberlo....... a jugar.

Esa misma noche mientras duermen abrazados a él vuelven a sentir ese intenso frío y un sonido que nunca habían escuchado, algo como clink, clink clink. Los tres en esta ocasión se asoman y descubren un puñado más de esos extraños antílopes atados a un carro sin ruedas del que se baja un no menos extraño personaje. Sus ropas también son raras pero no están hechas de piel, al menos no de la piel de ningún animal conocido pues estas son del color de las hojas de los árboles.

Al ver sus asombradas caras, el orondo individuo se inclina hacia atrás haciendo más prominente si cabe su redonda barriga y emite un sonido que diríase una carcajada pero mucho más grave. Ho,Ho,Ho. 
¿Cómo estas Dutieng?, ven no tengas miedo, Acompáñame
Dutieng sin salir de su asombro se atreve a preguntarle que quien es, entonces el individuo se lo dice, soy Santa o Santa Claus, me puedes llamar como mas te guste.
(Increíble habla una lengua desconocida y aun así Él le entiende perfectamente).

Verás hemos recogido tu petición y cuando veníamos a investigar sobre su origen Rudolf  se ha desorientado y ha venido a parar directamente a la dirección adecuada Ho,Ho,Ho. 

Veo (continuo hablando) que lo has cuidado bien y que eres merecedor del deseo que pediste. Ahora debemos partir a otros lugares donde también nos han llamado. Dicho esto silbó suavemente y Rudolf se puso a la cabeza del carro con enormes saltos de alegría. El personaje desconocido paso la mano por las cabezas de los hermanos y acomodándose en el asiento desaparecieron por encima de las chozas.

Al día siguiente  todas las cabañas estaban repletas de  alimentos la gente del poblado reía, cantaba, celebraba la suerte por semejantes regalos. Y esto se repitió año tras año. Los niños pudieron dejar las tareas duras a los mayores y ayudar en otras formas en la comunidad. Algunos se especializaban incluso en signos y huellas que después transmitían a sus compañeros que a su vez compartían otras enseñanzas aprendidas en el día. 

Dutieng se hizo mayor, tuvo hijos a los que enseñó que debían dar gracias por lo conseguido, a saludar al cielo en esa noche con la certeza de que alguien  les estaba saludando a su vez y a compartir con el resto cualquier cosa buena sucedida.

Cuando murió Dutieng, en la aldea se declaró día de dar gracias porque  Dutieng vivió en la aldea, y daban gracias también al día en que por su bondad cambió el curso de sus vidas.

Y a pesar de no tener una idea clara del transcurso del tiempo ni preocupaciones por su paso, en la aldea sabían perfectamente la localización de este día.

Porque desde entonces año tras año, en  ese cálido y perdido lugar situado  en pleno corazón de África sucede que la  noche anterior........nieva.

y ese día, que todos celebran con tanto cariño derrochando bondad, ese día que los niños juegan sin cansarse y comen caramelos sin hartarse, ese día que todos comparten lo que tienen, ese día que todos esperan con mucha ilusión, ese día.... es Navidad.
HACEDME EL FAVOR DE SER FELICES          KARRAS

20 comentarios:

  1. Hola magooo jeje, como me has engañado con la coletilla eh?, pero cuando vayan al mio verán la verdad jeje, bueno no se que decirte solo que muchísimas gracias y que te estoy muy agradecida por el gesto que has tenido conmigo, sabes que este precioso cuento ya estaba echo cuando me lo enviaste y aun así..., gracias de verdad, te diría muchas cosas todas con mucho cariño que es lo que recibo por parte vuestra, pero nos vamos a poner aquí con los pañuelillos y vamos a inundar este bosque tan bonito:), no dejes nunca de ser como eres y sigue siendo así de mágico con tu hada Mar, gracias por todo:)

    Muchos besotes a los dos!!

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  2. No me parece que Dutien haya muerto. El regalo que dejó a su aldea, lo perpetúa. Un mágnifico relato, la Navidad sobrevive únicamente en aquellos que creen en ella. Afortunadamente no he conocido ninguno que no crea.

    Abrazo.

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  3. Uhmmm, precioso cuento, con que haciendo cuentos en triplete eh? tramposillossssss

    jejeje.

    Un abrazo

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  4. Un tierno cuento para tener en cuenta, Karras. Me ha gustado la idea. Felicitaciones a los tres.¡Feliz Navidad, desde cualquiera creencia!

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  5. como sigaís así al final me haceís llorar a mí también ehhhhhh!!! es muy lindo el cuento y más aún cuando la sensibilidad esta sobrevolando el cuento.
    Un beso chicos y felicidades, por cierto a ver que c ..ñooo escribo yo con este nivellllllll, soisss la caña

    un beso.Amelia.

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  6. Hola Karrras!!!!
    No veas, uffff,es precioso de verdad, me habéis emocionado!!!!
    Quiero darle mis felicitaciones a Piruja y a Mar y a ti, querido amigo, tan solo decirte que cada vez que te leo...nieva!!! y te digo que donde vivo nunca he pisado la nieve, pero es que tú llevas la felicidad como si fuera el día de Navidad, por favor sigue derramando tanto cariño como hasta ahora!!!!
    Feliz Navidad para vosotros, Mar y Karras, duendes y hadas de estos bosques!!!!!
    Un enorme abrazo navideño, ho,ho,ho!!!!

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  7. Dueting, era un ángel, aprendió y enseñó con su ejemplo.

    Qué Grandes sois los dos, leches!

    Besotes mil para los dos torpedos!

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  8. oleeee, pero que bonito, como se nota que en este cuento esta la magia de un mago, y el corazón bueno de una brujilla. Gracias por participar en el reto, pero es que además, me encantó.

    Feliz fin de semana

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  9. Hola torpedo, bueno la verdad es que el cuento lo lei ayer aunque fue cuando nos ibamos en casa de la tia.
    Pero os ha queddo mazo chulose nota que tenis buena mano para esot los tres, jajaja que la torpeda no se escapa.
    un abrazo y cuidado con las porras, ya me entiendes. ajajaja

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  10. Vaya que ahora si que le dieron la patada a la lata (como decimos en Cuba)

    Mira que les ha quedado hermoso el relato, imágenes, música y sabes que es lo más lindo que unieron sentimientos y ellos formaron la fantasía de la bondad que es la esencia de las letras que nos dejan.
    Bueno nada, que ya saben que ando medio entretenida, solamente me queda agradecerle a los tres por tan linda entrega.

    Abrazos miles y que tengan unos dias muy felices.

    LOVE AND PEACE

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  11. Felicitaciones a los tres sois únicos!!! me ha encantado el cuento es muy bueno y emociona haciendo creer que hay bondad en el mundo, besos y que pases unas Navidades llenas de amor.

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  12. Sabes? siempre me ha gustado tu frase final de hacedme el favor de ser felices, y hoy quiero decirte... como no lo vamos a ser?
    Si venir a tu casa es viajar a mundos de magia. Cuando no es por las imágenes que nos regalas es por las palabras.
    O este cuento como el que hoy nos traes, con aprendizaje incluido, moraleja, ya sabes... aprender a valorar las cosas pequeñas, a dar las gracias, a saber el valor de mostrar los pequeños detalles que marcan las diferencias y dan brillo a la vida.
    Me encantó el cuentito.
    Besos mediterráneos.

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  13. Precioso el cuento, por momentos me he sentido niña imaginando que fuese real, después volviendo a la realidad, me siento abuela y me lo guardo para contárselo a mi nieto el mayor. Gracias a los tres, por compartir algo tan bonito.

    Besos.

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  14. Me encantan los cuentos de Navidad, esos que de pequeños los abuelos nos contaban al amor de la lumbre, sentados en sus rodillas. He cerrado los ojos y he escuchado a mi abuelo contándome la historia de Dutieng.
    Gracias por hacernos felices.
    Besos

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  15. ………………………❖…………………….
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    Hola hola, vengo para realizar una visita navideña y desearte que pases unas felices fiestas, pero además, recordarte que los retos de acompáñame siguen vigentes, y deseamos que participes, el de esta semana consiste en una felicitación navideña, seguro que te encantaría participar. Un besazo.

    http://podemos-juntos.blogspot.com.es/

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  16. Preciosísimo cuento , para niños y abuelos , hasta me imaginé como nevaba y se iban cubriendo de blanco los matices ocres de las hojas , lo hemos leído yo mis tres nietos mayores y ...¡ni te cuento!
    ¡Gracias!
    Feliz Navidad!

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  17. Termino de leer y una emoción sacude mi espalda. Bello relato el que habéis compuesto, una magnífica manera literaria de filtrar realmente lo importante de estas fechas, que no es la abundancia y el consumismo, sino la ilusión y la felicidad hechas realidad, como la nieve fría que comenzó a cubrir los campos estériles y secos de un pueblo recóndito de África.
    Hermoso relato amigo, mis felicitaciones y un abrazo.

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  18. Lo que a mi me duele es que esto podría ser real, de verdad, si rodasen algunas cabezas, lo lamentable es que se tenga que quedar sólo en un cuento... aunque sea de Navidad, y que esos niños, en África, En la India, en tantísimos lugares, tengan que seguir pasando tantas penurias porque unos pocos sólo son felices amasando y amontonando dinero.

    Te dejo un beso, Karras.

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  19. Precioso cuento, amigo.
    ¡Me has emocionado!
    Ya tengo algo más que contar a mis nietos.
    Ellos y yo te lo agradecemos y deseamos lo mejor.
    Cariños varios a repartir.

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  20. Feliz Año nuevo, Karras. Releyendo tu historia... casi tenemos la obligación de hacer que así sea.

    Te dejo besos, para ti y para Mar.

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Tu formas parte del bosque, deja que la sombra de tus hojas refresque el camino. (no me puedo creer que lo haya dicho yo).