Raquel vivía
sola en aquella enorme casa. Bueno “sola” es una forma de hablar porque en
realidad esa vetusta edificación estaba repleta de toda clase de inquilinos.
Sus padres y
abuelos antes de partir le habían inculcado la importancia que los cuentos tenían en la niñez.
En la calle,
había oído toda clase de injurias por parte de sus amigos sobre la realidad de
lo que gustaba leer.
Que si
Blancanieves era “tal” por vivir con siete enanos, que si el machismo de los
príncipes, que si ………..
En fin que
debido a estos motivos decidió un día prescindir de esas amistades, ni siquiera
salía a la calle. ¿Qué sabrían ellos si jamás tuvieron un cuento en sus manos?.
¿Cómo se atrevían
a faltar el respeto a sus verdaderos amigos?.
Y cuando
decía mis verdaderos amigos lo hacía con buen uso de razón.
La casa
estaba poblada hasta el techo por enormes estanterías repletas de todas las
grandes obras infantiles.
Durante el
día, los personajes descendían por
diminutas escaleras para jugar con Raquel y ayudarla en las tareas domésticas.
Campanilla debido a sus habilidades, se dedicaba a limpiar las enormes lámparas
lo cual lograba de una sola pasada con ayuda de sus dorados polvos mágicos.
Una enorme y forzuda bestia, era el encargado
de apilar montañas de platos en el fregadero que batallones de gnomos dejaban
limpísimos y brillantes. Varias brujas eran sofisticadas cocineras de
deliciosos platos vegetarianos y dulces de nata, chocolate y (como no) no podían faltar esos
coloridos bastones de caramelo, que
todos degustaban con avidez. El fantástico salón se adornaba con montañas por
las que ríos y arroyos formaban preciosas cascadas en donde planeaban cigüeñas
dialogando amablemente con dragones.
En el
jardín, un pequeño muchacho había plantado una mata de habichuelas que creció
más alta que las nubes.
Barría la
casa cantando como un ángel, una
hermosísima chica ayudada por tres hermanastras que nunca supieron explicar
porque ésta salía cada tarde teniendo que regresar sin falta antes de las doce
de la noche.
Un delgado
chico con una flauta de caña era el encargado de alejar a los roedores de la
mansión al tiempo que un famélico lobo se pasaba el día persiguiendo a tres
cerditos que lejos de parecer asustados disfrutaban jugando al escondite con
él.
Había
también un muchacho volador con cara de pillastre y traje verde que partía en
cada ocaso a bordo de un barco hacia un país al que no terminaba “Nunca-jamás”
de llegar.
Las sillas
habían inventado un juego y corrían alrededor de la mesa con grandes carcajadas
mientras que posados en los alfeizares de las ventanas una variada gama de
colores con plumas alegraban con sus trinos la jornada en la que Raquel bailaba
y se deslizaba por las enormes barandas de la escalera principal de la casa.
En sus manos
siempre llevaba una pequeña rana que agradecía cada beso de Raquel
convirtiéndose en un guapísimo galán vestido de azul que permanecía en esa
forma la duración de un día volviendo a ser rana en la noche.
Después de
cada cena, un hombre de lata, un león, un espantapájaros y una preciosa niña
amenizaban con sus cantos la velada
hasta que la luna sonriente estaba muy alta.
El
aprovisionamiento era cosa de un pequeño
con turbante que conseguía todo con tan solo frotar una lámpara de aceite de la
que surgía un genio agradecido.
También
pasaban muchas horas hablando con Raquel preciosos caballos alados y otros con
un brillante y retorcido cuerno en sus cabezas.
Los árboles
que asomaban desde el jardín servían de posadero a un viejo búho que con sus
redondas gafas y su negro birrete daba clases de matemáticas y ciencias a los más
pequeños.
Las
mariposas parecían notas voladoras y tenían la habilidad de componer preciosas
melodías con el viento que se colaba entre sus variopintas alas.
La casa de
Raquel era la más habitada de todas las deshabitadas casas del pueblo.
Con el paso
del tiempo, los vecinos comenzaban a cuchichear sobre la extrañeza de que en
ese caserón nunca se viera a nadie y
decidieron ponerlo en conocimiento de las autoridades las cuales optaron por
averiguar su demanda.
Llamaron
varias veces a la puerta y al no obtener respuesta alguna, el cerrajero se
encargó de abrir la vivienda. La casa estaba cuidada con un gusto exquisito. Y
como era de esperar lo primero que llamó su atención fueron la increíble
cantidad de cuentos apilados en esas gigantescas bibliotecas. Las plantas de
interior lucían lozanas y hermosas.
Recorrieron
asombrados toda la casa y algo que les extrañó fue que en cada taburete, silla,
mesita o mesa hubiese apilados columnas de libros, unos cerrados otros abiertos
pero todos ellos de una gran antigüedad con unos grabados magníficos.
Arriba una
de las habitaciones dejaba escapar por debajo de la puerta unos haces de luz
propios de claros amaneceres y cuando la abrieron todo el suelo estaba lleno de
cuentos de colores.
Una gran
cama con una colcha bordada en rosa y oro se adornaba con otro puñado de
historias en papel.
En el centro
y pareciendo dormida con una sonrisa en la cara, el cuerpo de una anciana con
lentes rayados y cabello color de nieve,
sostenía sobre su pecho un precioso ejemplar de “La bella durmiente” y un
ramillete de blancas azucenas.
Dirigiéndose
a una de las señoras más veteranas del barrio le preguntaron desde cuando
habían echado de menos a su vecina.
Esta
contestó:
En realidad
nunca la hemos conocido pero mi madre me hablo de una chiquilla que se quedó
huérfana en esa casa hace ocho décadas.
Dicen que
las nubes tomaron preciosas tonalidades y que el viento traía las notas de un
violín mientras levantaban el cadáver.
También hay quien jura que a día de hoy, la casa tiene momentos en los se pueden ver colores refulgentes, y que aún se escuchan risas infantiles que llegan
flotando a través de las ventanas.
En esta ocasión he combinado mis fotos con dibujos de la red, si a alguien molesto le ruego me lo haga saber para retirarlo. Gracias.
HACEDME EL
FAVOR DE SER FELICES KARRAS
Wauuuuu que bonita manera de llevarme a mi infancia con todos estos cuentos.. Te leo con una sonrisa de niña, con mis maravillosos ojos inocentes de mi niñez...
ResponderEliminarQuiero parar el mundo, e irme con ellos, libre como el aire sin problemas
Gracias Karras, tus fotos, tu relatos me llevan muy lejos..
Un beso
Isa
Hola mago, vaya sueño tan bonito que has tenido:), con razón has dicho que me iba a gustar, la verdad que a quien no le gustaría vivir como lo hizo Raquel, estar toda la vida rodeada de tanto ser mágico y como bien has escrito con sus verdaderos amigos, esos que la quisieron de verdad aunque fuesen personajes de fantasía pero siempre los tuvo a su lado sin fallarle ninguno, precioso mago, ya me extrañaba lo que dijiste de las imágenes de internet teniendo tu tantas y bien bonitas, estas que has puesto aparte de ser preciosas te han quedado muy bien con los efectos que les has puesto, están chulisimas:), tu estas seguro que ha sido un sueño y no lo has vivido de verdad?, sigue teniendo sueños así de bonitos, también le has puesto un tema precioso:)
ResponderEliminarMontón de besotes!!
Raquel vivió y murió felíz, con el mismo brillo en sus ojos acariciando a su príncipe encantado, rodeada de todos los amigos en su mundo de fantasía,entre las páginas de un libro, entre las alitas inquietas de campanilla y el viaje en una radiante calabaza.
ResponderEliminarRaquel vivió y murió felíz y al partir en su rostro la hermosa sonrisa de los que sueñan, de ese mundo que no debemos dejar morir nunca, inventar nuevos cuentos, nuevas canciones y cantar a nuestros peques, mirarlos como buscan a sus amigos imaginarios y jugar con ellos, sentirnos niños con sus manitas entre las nuestras bailando, quizás eso nos otorgue la fuerza para seguir los caminos, pintarle de nuevos colores el futuro.
Quisiera morir como Raquel, si, que Dios me pemita hasta el final, a pesar de todo, seguir soñando, y en noches de insomnio como ahora, al terminar de leer tus letras, querido amigo, cerrar los ojos y mientras escucho la música, montarme en un bello unicornio hasta alcanzar a Peter y volar, volar, allá a ese país de Nunca Jamás, más allá donde brilla el arcoris...
Un besote enorme, querido mago y nuevamente, gracias, gracias...
Que bonito mi niño. Quien pudiera volver a ser niña para vivir tan feliz y llena de ilusiones. Lo malo es que te haces adulta y la vida ya no te permite poder disfrutar de esta maravillosa fantasia
ResponderEliminarUn abrazo corazon
Hola desde clase solo felicitarte por tu magnifica pluma para escribir lo que te se ponga por delante....Este cuento a Raquel es maravilloso y le acompañan unos preciosos dibujos ...pinturas o fotografias que son el acoplo mejor dado al cuento ...no tengo aqui mas tiempo y ser mas explicita pero es lo hermoso que se puede leer siendo mayor o niño.
ResponderEliminarbesosssssssssspara ti amigo ....
Marina
Aibaaaaaaa, que entraba yo tan dispuesto al trolleo y me saluda lo de somewhere the rainbow o algo así y he pegao un cabezazo.
ResponderEliminarCompiiiiii, que ya echaba de menos mis trolleos, aunque vosotros no, jejeje.
Yo qué sé, a ver si me animo y os martirizo más a menudo porque eso es gasolina pa mis carnnnes.
Esperamos que todo vaya bien también por aquí y más abrazos que reparto.
Hasta pronto.
De tu maravilloso relato, saco en claro una reflexión, la importancia que tiene la lectura en la infancia, el regodearse con sueños infantiles y sentir y vivir que lo que narran los cuentos son pura realidad. Una vez que hemos aprendido que la magia- exista o no- da igual, forma parte de nuestra mente, al hacernos mayores y darnos cuenta de la cruda realidad, esas experiencias infantiles hicieron mella en nuestra sensibilidad. La lectura es un vínculo importante con otras realidades que nos hacen ser mejores, más atentos, más ilusos pero no menos realistas. Lástima que muchos niños hoy día prefieran pasar las horas delante del televisor o dejándose los ojos en vídeo juegos. La mas grande aventura está en los libros.
ResponderEliminarLeerte fue como emprender un viaje a mi infancia, ése lugar del cual nunca deberíamos escapar pese a las prisas que nos entran por crecer.
Me despido querido amigo, mientras escucho la melodía que suspira el viento despidiendo a Raquel.
Un abrazo mago.
Karras hoy sacaste de tu manga de mago...La casa de los cuentos, se parece un poco al que yo contaba a mi hija hace unos años, todas las noches, se llamaba "el camino de los cuentos..."Y en ese camino se encontraban todos los personajes, que tú nombras y juntos vivían nuevas aventuras...Pero,debo decirte, que me has emocionado, he visto tu alma de niño grande, entusiasmado, rodeado de cuentos, que te hacían feliz por un instante eterno...¡¡Qué maravilla, es uno de los mejores escritos, que he leído en la blogosfera. Lo tiene todo, ilusión, imaginación,magia, amistad, alegría, sueños...y una generosidad tremenda, que se sale de la pantalla...Me ha encantado, lo has bordado y además se ve que has disfrutado escribiendo, amigo...¿Cómo recoger tanta belleza desbordada...?Eso dice mi amiga Maite (Volarela) y ahora te lo digo yo a ti...Me alegro mucho de que estés aquí en la blogosfera, eres un auténtico mago del sentimiento, que hace maravillas con sus fotos y sus letras...Mi felicitación por este bellísimo cuento, que lleva el alma de todos los cuentos...Mi abrazo inmenso y feliz tarde, Karras..
ResponderEliminarM.Jesús
Vaya,de nuevo me has llevado a ese rincón donde vive la magia,donde la ilusión está presente y donde la fantasía de un niño se deja por siempre ver aunque éste se haga adulto.
ResponderEliminarKarras,cada vez te estoy mas agradecida por escribir como escribes.
Beso grande:)
Increíble con la facilidad que me trasporto, en verdad eres mago.
ResponderEliminarTodo está dicho en los comentarios anteriores.
Me siento feliz de conocerte a través de Isa.
Un beso
Finita
Genial... Bonita vida la de Rakel.. La magia existe, realmente me llevastes a otro mundo, al mundo de la magia de mi hija. Encantandor el post
ResponderEliminarUn beso de Céline
Preciosa entrada.. Me has llevado a un mundo de magia, al mundo de mi hija, en algo se parece un poco a Rakel...
ResponderEliminarBonito relato.. que nos deja un gran reflexion.. los niños saben viven mejor que nosotros.
Un beso de Céline
Espero que esta vez no se me vaya el comentario al carajo jejeje
Es un precioso e inspirador cuento.. me ha emocionado especialmente porque el espíritu de niña que logro mantener sueña a cada momento con personajes fantásticos que se entremezclan en este nuestro mundo, que también inventamos, y vivimos y de nuevo soñamos.
ResponderEliminar¿Nos conocemos ya de antes Karras? jajajajaja... de verdad que es mágico el sentir, una vez más la belleza nos transporta y, aunque de forma fortuita, has conectado mi nombre a tu historia para hacerla vivir en mí más especial aún, si cabe.
Un bonito abrazo de danzas y risas en alguna estrella.
Karras esta vez no te creo, no es cuento, es la gran realidad de un personaje que vivi en tu bosque mágico y encantado y de ahí tu conocimiento tan detallado de su casa, ¿¿personajes imaginarios?? , no se Karras, creo que esta vez algo ocultas como por ejemplo que lo que no sabíamos es que ese lugar sigue existiendo y se encuentra en tu bosque , por mucho que nos hayan dicho que ; "son cuentos y nada más" ...
ResponderEliminarBESOS MI GRAN MAGO¡¡¡
tRamos
Proponiendotelo o no , nos has transportado a todos o a casi todos a esa época tan linda de nuestra niñez en dónde el mejor regalo en aquella época que podían hacernos era un Cuento ( ahora el mejor regalo ha dejado de ser ese por desgracia) Cuentos que nos transportaban al País de la Imaginación y que hacían crecer nuestra creatividad tan ausente en la mayoría de los niños de hoy .
ResponderEliminarRaquel creció en un mundo maravilloso , su alma fue siempre infantil y por eso fue feliz siempre , su final fue feliz como en los Cuentos , aunque yo creo , Karras que Raquel no murió nunca y que nunca morirá por lo menos mientra halla almas infantiles dentro de un cuerpo adulto , mientras haya personas con alma de niño que saben ver y sentir más allá sin importarles que les llamen " Infantiles" . Es precioso ser Infantil aunque te consideren rara/o como a Raquel . Me ha encantado tu actualización , Karras . Y las Fotos combinadas con otras imágenes han quedado geniales logrando el efecto que pretendías ,( a ver si un día me explicas como se consigue eso ) .
Gracias por ser como eres y hacer brillar nuestros ojos y nuestro corazón . Un abrazo grande
En nuestra infancia los personajes de los cuentos se iban mezclando y pienso que hoy, a la hora de ponerte a verter palabras, has intentando recobrar el alma del niño que todos llevamos dentro. Lo has logrado, pero sabes hay un momento para la fantasía y otro para la realidad, no se puede vivir a través de los libros, debemos crear nuestra propia historia.
ResponderEliminarRaquel pudo ser feliz pero es también la historia de una soledad.
Un abrazo afectuoso
Bueno vaya peasho de cuento que nos has dejado hoy para quedarnos boquiabiertos con tantos recuerdos de niñez. ejejej quien no se ha sentido, incluso de mayor, como alguno de los personajes de esos libros? La fantasia es uno de los pocos placeres que aun podemos desarrollar sin que nos lo fastidien y debemos seguir creyendo en algunos de sus personajes.
ResponderEliminarjejeje las fotos estan guapas no creo que a nadie le moleste que tomases las imagenes
un abrazoooooooooooooooooooooooo
Què lindo leerte amigo Karras
ResponderEliminary dejarse llevar por esos ensuenos
y que las fantasias se hagan piel...
Un abrazo.
Buenos dias ...me pase para volver a leer este bonito y entrañable cuento a Raquel...gracias por compartir tan bellas historias ...
ResponderEliminarbuenos dias...
besossssssssssss muchos
Marina
UN TEXTO MÁGICO. ME REENCANTA!!!
ResponderEliminarBESOS
ResponderEliminarTu historia es tan bonita como triste. La realidad es que muchas Raqueles viven refugiadas de si mismas, muchas veces en condiciones deplorables, sin que podamos hacer mucho por ayudarlas. La soledad es ahora una plaga dentro de un mundo lleno de estímulos... muchos de ellos dudosos, eso si.
Un abrazo.
Sugerencia: Podrías activar el seguimiento de comentarios. No puedo ayudarte que no he encontrado como se hace. Me refiero a una casilla que debiera aparecer en este lugar.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
Hola mago, me ha dejado un recado Flor, de que te diga que ya esta en casa después de estar ingresada un mes y pico, que cuando se encuentre mejor ya pasara a saludar a todos en sus blogs, bueno cuidate mucho:)
ResponderEliminarMontón de besotes!!
Magnífico cuento relatado de una forma increíble con la que llevas al lector de la mano hasta conseguir ese final fantástico.
ResponderEliminarJamás habría recordado yo, la cantidad de cuentos con los que has hilado tu precioso "cuento" que no tiene nada que envidiar a los de toda la vida.
Ha sido un verdadero placer recorrer tus letras.
Gracias por tu comentario con el que he recordado que estabas aquí.
Un abrazo.
Has escrito un bellísimo cuento que es a la vez un viaje por el mundo de los cuentos, un mundo que todos alguna vez hemos visitado y que, quien no lo ha hecho nunca, no sabe lo que se perdió.
ResponderEliminarSiempre es un placer venir a este mundo mágico que es tu blog, amigo Karras y así lo hago cada vez que puedo.
Un fuerte abrazo
Gracias por escribir lo que escribes pues con tus hermosas letras contribuyes a que el mundo sea un lugar mejor. Gracias por adentrarnos en tu bosque mágico...
ResponderEliminarMe ha parecido un homenaje a los cuentos porque creo que no te has dejado ninguno :)
ResponderEliminarMe he relamido con el de las "brujas"... sus platos vegetarianos y su repostería me han abierto el apetito, de hecho sólo consigo engordar cuando no cocino :))
tD1b, Karras.
Se me olvidó... la primera foto es e s p e c t a c u l a r!!
ResponderEliminarotro.